El proyecto NUTFOOD finaliza con resultados prometedores

Se trata de un proyecto de investigación sobre la evaluación de la mejora de la salud humana a partir de alimentos de origen animal con propiedades más saludables, liderado por Leartiker y llevado a cabo en colaboración con Neiker, BioAraba y la UPV/EHU.

Con el permiso del SARS-Cov2, que nos ha recordado la importancia de mantener a raya las enfermedades transmisibles y desarrollar una conciencia de salud global (medioambiental, animal, humana), en la actualidad, las enfermedades no transmisibles son el gran reto de la salud pública mundial debido a un incremento de hábitos alimentarios poco saludables y a una carencia de ejercicio físico. De la popular frase “somos lo que comemos” y partiendo de las últimas investigaciones sobre la composición de los alimentos de origen animal que indican que son ricos en ácidos grasos saturados, el consumo de estos alimentos se ha visto recomendado a la baja para mejorar la salud de la población. Sin embargo, su composición también viene determinada por su dieta y forma de producción, es decir, los animales también “son lo que comen”.

   

De esta idea surgió el proyecto NUTFOOD “Investigación y desarrollo de productos cárnicos y lácteos con efectos beneficiosos para la salud mediante la alimentación de animales con semillas oleaginosas” que dio comienzo a principios de 2020 y finalizó en junio de 2022. Ha sido un proyecto ambicioso en el que se ha realizado un seguimiento desde la producción y evaluación de la estabilidad de materias primas vegetales ricas en ácidos grasos monoinsaturados y poliinsaturados para elaborar piensos animales, hasta la observación de la respuesta fisiológica humana a la ingesta de productos (cárnicos y lácteos) de origen animal alimentados con estos piensos. Leartiker ha sido el que ha liderado el proyecto con la imprescindible colaboración de Neiker, Bioaraba y el grupo de investigación MetaboloMIPs de la UPV/EHU.

  

El proyecto comenzó con la producción a nivel local de semillas de oleaginosas (lino, colza, girasol alto oleico) que se prensaron en frío, obteniendo una fracción grasa, en forma de aceite, que se utilizó para formular pienso para la alimentación de cerdos, y una fracción sólida, en forma de torta, que se utilizó para formular pienso para alimentar ovejas de ordeño. Las tortas y aceites fueron almacenadas a distintas condiciones de humedad y temperatura a lo largo de 8 meses, no observándose grandes diferencias en su estabilidad temporal. La producción de leche de las ovejas tampoco se vio alterada entre los grupos alimentados con distintos piensos, no obstante, los cerdos alimentados con aceite de lino obtuvieron una mayor ganancia de peso vivo con respecto al resto de los grupos en el mismo tiempo de engorde.

Los piensos diseñados a partir de las semillas de oleaginosas presentaron una influencia positiva en el perfil de ácidos grasos de la leche de ovino y carne de cerdo obtenida, sobre todo en la de aquellos animales alimentados con lino que adquirieron una mejor ratio de ácidos grasos poliinsaturados con respecto a saturados y una mayor proporción del ácido linoleico conjugado. En una dieta equilibrada, los ácidos grasos poliinsaturados y el ácido linoleico conjugado son nutrientes con efectos beneficiosos demostrados para la salud cardiovascular y metabólica.

  

Un ensayo clínico controlado con el lino como protagonista

Además de la influencia positiva del lino observada en el proyecto, se valoró su producción como una oportunidad para las rotaciones agrícolas de Euskadi, por ser un cultivo con posible rentabilidad para los agricultores, apta tanto para consumo humano como animal. Se consideró esta producción vegetal como la más adecuada para la segunda parte del proyecto, cuyo objetivo fue evaluar en un ensayo clínico controlado el posible efecto protector del consumo de lácteos y cárnicos elaborados con materia prima mejorada nutricionalmente en el padecimiento de enfermedades no transmisibles.

Se alimentaron ovejas y cerdos con pienso de lino para obtener suficientes productos para el estudio clínico. Los alimentos lácteos elaborados a partir de esta leche fueron el queso tipo Idiazabal y el yogur natural de leche de oveja; y los cárnicos elaborados, las hamburguesas y el chorizo curado. Estos productos se emplearon en el estudio clínico realizado con 100 personas voluntarias sanas que fueron aleatoriamente distribuidas en 4 grupos donde su consumo habitual de este tipo de productos se sustituyó por los alimentos producidos en el proyecto NUTFOOD. Los alimentos fueron desde el punto de vista organoléptico altamente valorados por los/as participantes del estudio, a excepción del chorizo curado, que obtuvo un porcentaje de aceptación ligeramente inferior.

Las personas voluntarias que participaron en el ensayo clínico fueron sometidas a un estrecho seguimiento con control del perfil lipídico sanguíneo, de marcadores de inflamación, de datos antropométricos y de impedancia durante el mes previo al consumo de estos productos y durante las 12 semanas de experimentación observándose, de forma general, que el consumo de los alimentos transformados con propiedades más saludables no supusieron ni una mejora ni un empeoramiento de su estado de salud ni entre los grupos experimentales ni con respecto al grupo control. Esto podría deberse a que la composición de los alimentos, al ser transformados, se haya visto normalizada con respecto a otros productos del mercado sin las propiedades saludables añadidas en materia prima de origen, u otra posible explicación podría ser el limitado periodo de seguimiento o del tamaño muestral del grupo de voluntarios/as.

Conclusiones que prometen

En conclusión, los alimentos transformados de origen animal con una alimentación formulada a base de semillas de lino tienen una alta aceptación en los consumidores sin afectar a los parámetros fisiológicos humanos. Sin embargo, la producción de lino para consumo animal podría aumentar los beneficios de los productores de porcino por alcanzar el peso vivo adecuado para el sacrificio en un menor tiempo con respecto a otras semillas oleaginosas, además, podría mejorar el perfil lipídico de materias primas como leche de ovino y carne de porcino. Probablemente, estos resultados beneficiosos en el perfil lipídico podrían ser también visibles a largo plazo en la fisiología humana con el consumo de semillas de lino.

Por último, el trabajo realizado en este proyecto ha demostrado que este cultivo podría suponer un beneficio para el medioambiente y la economía de la región por partir de cultivos locales de consumo animal y humano con una estabilidad en el almacenamiento adecuadas.

Este proyecto ha sido financiado por el Departamento de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente del Gobierno Vasco en la convocatoria 2020 del programa ELKARTEK (Nº expediente KK-2020/00090).